Por la mañana el único y verdadero amor es la cama.
Amigo, tú tienes un serio problema
Ni la mujer, ni la novia, ni la madre, ni la abuela, ni nosotros mismos. Lo único que queremos esas mañanas (¡Mentira! ¡Todavía es de noche!) es quedarnos abrazados a la cama: ella nos entiende. Nos mima con su calor y nos proporciona un pequeño descanso de la realidad, en forma de sueños.
Ah, y encima no tiene aliento mañanero. No hay nadie mejor para despertarse que una cama, e incluso está de acuerdo cuando llevamos a alguien desconocido... ni se molesta en juzgarnos.
Y cuando volvamos, sin importar lo tarde que sea, estará ahí esperándonos.
¡Por las camas!
Ahora, ese maldito despertador...
jajajaja por las camas....!!!!!!
ResponderEliminarBuenísimo, ¡qué gran verdad!
ResponderEliminarGracias a ambos por comentar. Se ve que hay más gente que adora a las camas
ResponderEliminarMe gusta,Jajaja
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