viernes, 22 de marzo de 2013

La cama

Para todos aquellos madrugadores (Todos los que somos o hemos sido):


Por la mañana el único y verdadero amor es la cama.

Amigo, tú tienes un serio problema



Ni la mujer, ni la novia, ni la madre, ni la abuela, ni nosotros mismos. Lo único que queremos esas mañanas (¡Mentira! ¡Todavía es de noche!) es quedarnos abrazados a la cama: ella nos entiende. Nos mima con su calor y nos proporciona un pequeño descanso de la realidad, en forma de sueños.

Ah, y encima no tiene aliento mañanero. No hay nadie mejor para despertarse que una cama, e incluso está de acuerdo cuando llevamos a alguien desconocido... ni se molesta en juzgarnos.
Y cuando volvamos, sin importar lo tarde que sea, estará ahí esperándonos.

¡Por las camas!

Ahora, ese maldito despertador...